Las esculturas de masa constituyen un arte folclórico conocido en muy pocos países, quizá en ninguno aparte de China. El moldeado de figuras y animales con arcilla o harina de arroz es una expresión artística popular en China, tanto en zonas urbanas como rurales. Resulta sumamente interesante ver cómo unas pocas piezas de masa coloreada son transformadas –en cuestión de minutos- en figuras muy expresivas por las hábiles manos de los artistas populares que no se rigen por modelo alguno. Las figuras son por lo general de unos ocho centímetros de alto, pero innovaciones recientes incluyen algunas de hasta 30 centímetros o lo suficientemente pequeñas como para colocarse en la mitad de un cascarón de nuez.

Existen registros escritos sobre la escultura de masa que se remontan a la dinastía Han (206–220 a.n.e.). Tras miles de años de legado y desarrollo, las figuras de masa se han convertido en parte de la cultura china y del arte popular tradicional, de manera que se han incorporado como tema de estudio en materias tales como historia, arqueología, folklore, escultura y estética. En términos estilísticos existen diferencias en las figuras de masa entre las diversas zonas del país. Por ejemplo, en el valle del río Amarillo son sencillas, toscas, desinhibidas y profundas, mientras que en la región del Yangtsé se presentan más refinadas, delicadas y con un toque mucho más exquisito.

Los materiales y herramientas empleados en la elaboración de las esculturas de masa incluyen harina blanca, tijeras, cuchillos de cocina, peines, dátiles chinos y ceniza. Una masa con la levadura necesaria y bien amasada sirve para crear una figura de masa llena de vida.

Existen tres consejos para elaborar una perfecta figura de masa. Primero, la miel, la manteca, el azúcar glaseado y refinado se disuelven en agua hirviendo. Después se mezcla todo con la harina. En esta fase se añaden los pigmentos comestibles para brindar a la masa diferentes colores. Segundo, la masa se cuece al vapor durante dos o tres minutos, y es muy importante recordar no cocinarla por mucho tiempo para evitar que pierda el brillo. Tercero, se le unta a la figura un poco de aceite con un pincel para que se vea con más brillo y llena de vida.

Las figuras de masa son regalos muy populares en bodas y cumpleaños, además de considerarse muy apropiadas en las ceremonias de oración y conmemorativas, y como ofrenda de sacrificio. Los campesinos acostumbran a colocar figuras de masa cocida delante de las tabletas ancestrales. Actualmente, estas figuras se utilizan comúnmente en los banquetes importantes como decoración en los platos.