Las dinastías Xia, Shang y Zhou marcaron el primer auge de la civilización china.

En la época moderna, con la invasión de las potencias occidentales, China enfrentó una profunda transformación sin precedentes en miles de años. 

Los literatos y los patriotas se esforzaron por excavar la larga y espléndida historia antigua de China, reconstruir un sistema fiable de la historia china antigua y despertar la confianza cultural del pueblo chino.

En 1899, Wang Yirong descubrió y confirmó que las inscripciones en caparazones de tortuga y huesos de animales eran caracteres, conocidos como escritura en huesos oraculares. En 1908, Luo Zhenyu confirmó que estos huesos oraculares provenían de Xiaotun, Anyang, Henan.

El descubrimiento de la escritura en huesos oraculares confirmó el registro del Libro de Documentos de que "solo los antepasados del Yin poseían registros y clásicos".

En octubre de 1928, comenzaron oficialmente las excavaciones arqueológicas en las Ruinas de Yin de Anyang, que duraron casi cien años. 

La confirmación de las Ruinas de Yin como capital de finales de la dinastía Shang sentó las bases para la exploración de la cultura de la dinastía Shang temprana y media, y también proporcionó información sobre la cultura de la dinastía Xia.