
China posee el sistema de educación superior más grande del mundo. En los rankings de las mejores instituciones a nivel internacional siempre encontramos a entre otras, la Universidad Qinghua o la Universidad de Beijing. Hoy vamos a conocer el origen de esta tradición educativa, la academia imperial o Guozijian.
Guozijian, en Beijing, fue el principal centro de altos estudios superiores y órgano administrativo del sector educativo en China durante las dinastías Yuan, Ming y Qing. En ese entonces, todas las escuelas contaban con un templo dedicado a Confucio y la academia imperial no fue la excepción. Situado en su parte este, estudiantes, e incluso al mismo emperador, llegaban hasta él para honrar al célebre pensador y educador chino, fundador de la corriente filosófica conocida como confucionismo.
En aquella época, las mentes más brillantes del país acudían a sus aulas para recibir la mejor formación después de aprobar un exigente examen de admisión. A veces el emperador dictaba clases en persona, sentado en la silla del dragón, a grupos de 4000 a 5000 alumnos y funcionarios de la capital.
En Guozijian encontramos 189 estelas con las inscripciones de los 13 clásicos del confucionismo. Este conjunto de 630 mil caracteres chinos constituyó la base ideológica del gobierno y el material de enseñanza de todas las escuelas de ese tiempo.
El centro no solo albergó a jóvenes de todas las etnias del país, sino también a estudiantes extranjeros, así cumplió un rol activo en el desarrollo de talentos en China y en la promoción del intercambio cultural con otras naciones.
Dado el vasto número de alumnos, ¿cómo era el proceso de selección de funcionarios? En la antigüedad, existía un método conocido como "el sistema de examen imperial", puesto en práctica cada 3 años. Los candidatos debían aprobar el esquema local e ir subiendo peldaños hasta el nivel central.
Solo de 200 a 300 lograban su cometido y sus nombres quedaban inmortalizados en una estela. En el Templo de Confucio de Guozijian existen 198 de ellas. Además, pasaban a formar parte de la nómina dorada del emperador para el conocimiento general. Era la gloria máxima.
La superación de la prueba era el sueño más grande de los jóvenes de la época y una forma de honrar a sus antepasados. Pese al transcurrir del tiempo hoy en día muchos estudiantes y sus familias confieren igual importancia a las pruebas académicas.
Este sistema de selección de talentos, vigente por más de 1300 años y el de mayor duración en el mundo, promovió la difusión y el desarrollo de la educación social en China.
El gran valor que presta el pueblo chino a la educación viene desde tiempos inmemoriales y esta forma de pensar me ha quedado clara con esta visita. Cada año en junio, cerca de 10 millones de jóvenes participan en el examen nacional de ingreso a la universidad en busca de ese “sueño” que ha existido por siglos. El Templo de Confucio y Guozijian son actualmente lugares sagrados de la educación china. No hay un solo rincón del recinto, entre su arquitectura y sus piezas culturales, que no esté impregnado de esa milenaria tradición.