Los palillos chinos: Su historia y evolución

2017-10-06

Los palillos chinos están integrados en la vida cotidiana de más de mil millones de personas. Está demostrado que el hábito de utilizar palillos para comer agudiza la inteligencia, la sensibilidad y la agilidad compaginado con una mejor capacidad de reacción y coordinación.

Los palillos chinos, bien conocidos entre el mundo occidental como uno de los símbolos gastronómicos de la civilización oriental y patrimonio esencial de la cultura china, están integrados en la vida cotidiana de los chinos, de manera que no se pueden separar de la rutina diaria de más de mil millones de personas. La agilidad, junto con la facilidad de manejo, les hace destacar entre los cubiertos más usados de todo el mundo.

Siendo el primer país en inventar, utilizar y generalizar los palillos en el mundo, la historia de dicho utensilio se remonta a la dinastía Shang(1766-1046 a.C.), cuando los antecesores chinos inventaron los palillos como una herramienta auxiliar para comer, dándole el nombre de zhù (箸) en chino antiguo, tal y como aparece en la obra de

Li Bai (701-762), gran poeta chino de la dinastía Tang (618-907), titulada Xing Lu Nan: “Yo dejo de beber con los palillos tirados, sin ganas de comer. Saco la espada mirando hacia todas partes, con la vaciedad revuelta en el corazón”.

Entonces, ¿cuál es el origen de los palillos chinos? Los antepasados se vieron ante la necesidad de utilizar palos de madera de bambú para girar la comida cuando la asaban en las hogueras y evitar de este modo quemarse los dedos. Así, adquirieron también la costumbre de usarlos a la hora de comer. De ahí su origen.

En chino “bambú” se dice zhú (竹), por lo que el origen del nombre también podría proceder de la materia prima usada para confeccionarlos. De hecho, en el caracter chino para “palillos” aparece en la parte superior el radical del bambú, lo que justifica que los primeros palillos chinos estuvieron hechos prioritariamente de ese material –y nos indica además la zona en concreto donde fueron inventados, que es precisamente donde crece esa planta-, con unas excepciones hechas de madera de otro tipo. Conforme al desarrollo económico y social posterior, tanto los emperadores como la corte feudal prefirieron utilizar palillos confeccionados con materias preciosas tales como el oro, la plata, el jade o el marfil, simbolizando así su estatus social y su nivel de riqueza frente al resto de la población.

Hubo una temporada en que los palillos de plata estaban muy de moda, pues eran capaces de detectar ciertos venenos al cambiar de color y ennegrecerse como consecuencia de cierta reacción química con el sulfuro. Esto hacía que, según en qué épocas –sobre todo cuando había guerras o conflictos internos-, los monarcas y miembros de la nobleza utilizaran este tipo de palillos para evitar ser asesinados por envenenamiento.

Acompañados por el progreso en el mundo de las ciencias y por la evolución histórica, los palillos chinos que se utilizan hoy en día han desarrollado una evolución considerable con respecto a la materia prima con los que están confeccionados, pasando del tradicional bambú, a todo tipo de maderas nobles, hierro o bronce, y también materias nuevas como plásticos de diverso origen, acero inoxidable, aleaciones de aluminio, etc. Además, se les aplica una gran variedad de dibujos, imágenes y caligrafías esculpidas en el mismo palillo, lo que configura una cantidad ingente de diseños y modelos, aunque bien es cierto que los palillos más generalizados entre la población china se confeccionan todavía de madera y de bambú, seguidos por los de plástico.

En la tienda de palillos chinos situada en el centro comercial Yu Guo de la ciudad de Shanghái existen más de 70 variedades de este utensilio caracterizadas por su modelado y su perfecta técnica. Entre todos destacan los palillos Tianzhu, procedentes de Hangzhou; los de bambú Shuimo de Ningbo; los laqueados de Fujian; los confeccionados con madera de ébano de Guangdong; los de bambú tallado de Sichuan; los decorados con flores de Jiangxi; los que llevan incrustaciones de plata de la ciudad de Weifang, en la provincia de Shandong; los de tilia de Suzhou; y los de madera Nanmu de Yunnan. En la actualidad, se están desarrollando nuevas variedades a partir de una conjunción de madera dura, cobre rojo, jade y marfil, con la integración de artesanía de alto nivel que abarca desde el esmalte cloisonné a las incrustaciones de piedras preciosas. Algunos palillos de madera o de bambú llevan grabados distintos dibujos y viejos proverbios chinos o imágenes de los 12 animales del horóscopo chino. Todo esto ha hecho que los palillos chinos de hoy en día se hayan convertido en un cubierto indispensable realizado con una técnica y artesanía impecables.

En realidad, la invención y generalización del uso de los palillos también han contribuido a la consolidación y la divulgación de la inteligencia del pueblo chino. A pesar de su forma tan sencilla de presentación en pareja, los palillos chinos cubren prácticamente una secuencia de funciones como sujetar, mover, escoger, esparcir, coger y rasgar, concediendo así mismo un sentido y un matiz de aspiración a la paz y a la armonía en comparación con los cubiertos occidentales —cuchara, cuchillo y tenedor—. Por lo tanto, los utensilillos chinos, considerados como objeto de fortuna y buena suerte entre el pueblo, son ampliamente utilizados en las bodas y funerales de todas las etnias que habitan en China.

El doctor Li Zhengdao, Premio Nobel de Física, pronunció un discurso sobre los palillos chinos que vamos a reproducir aquí por su gran interés:“Siendo el pueblo chino una raza excelente, la historia del uso de los palillos se remonta a los Periodos de Primavera y Otoño (770-403 a.C.) y más tarde al Periodo de los Estados Combatientes (403-221 a.C.). Por sencillas que parezcan estas dos piezas separadas, han supuesto la base para la práctica perfecta del principio de la palanca en física, teniendo en cuenta que cubren prácticamente casi todas las funciones que empeñan los dedos como extensión de los mismos sin temer ni el frío ni el calor. Este invento tan inteligente, por una parte, determina su característica incomparable con el cubierto occidental, cuya introducción en la vida cotidiana no tuvo lugar hasta el Siglo XV o el Siglo XVI. Por otro lado, de acuerdo con lo que han revelado las investigaciones científicas, usar palillos para comer desempeña a la vez las funciones que de otra forma deberían hacer los dedos, es decir, sujetar, mover, esparcir, elegir, rasgar y separar, constituyendo una acción concertada de los 5 dedos, junto con movimientos coordinados entre decenas de músculos y coyunturas de la muñeca, la palma, el brazo y el hombro, órganos todos ellos conectados con nervios cerebrales y que gracias a esta coordinación contribuyen a mantener en buen estado la corteza cerebral”. Todo lo anunciado por Li nos indica que el nacimiento de los palillos en China y su difusión más tarde por todo el mundo, especialmente por Asia, supone la invención de un artilugio por el que los chinos deberían sentirse especialmente orgullosos. Además, está también demostrado que el hábito de utilizar palillos para comer agudiza la inteligencia, la sensibilidad y la agilidad compaginado con una mejor capacidad de reacción y coordinación.

A pesar de su forma tan sencilla de presentación en pareja, los palillos cubren prácticamente una secuencia de funciones como sujetar, mover, escoger, esparcir, coger y rasgar, concediendo así mismo un sentido y un matiz de aspiración a la paz y a la armonía en comparación con los cubiertos occidentales —cuchara, cuchillo y tenedor—.

Aunque su uso es muy sencillo, existen siete normas de etiqueta y protocolo en China a la hora de utilizarlos:

  1. La primera de ellas es nunca batirlos, es decir, no se puede golpear los palillos contra los tazones ni los platos ni los vasos, pues significa que le das prisa al anfitrión a que sirva la comida.

  2. La segunda consiste en que no se puede lanzar los palillos al aire, que se interpreta como una manera elegante de dejar el utensilio delante de cada uno en orden sin tirarlos al azar a la hora de repartir los palillos.

  3. La tercera se refiere a la forma de colocar los palillos en paralelo y nunca cruzados.

  4. La cuarta pone de manifiesto la prohibición total de clavar los palillos verticalmente en un cuenco de arroz, ni en otro alimento, porque esta acción recuerda un rito funerario en el que se les entrega comida a los familiares fallecidos.

  5. La quinta indica que no es aconsejable mover los palillos entre la comida buscando como si de pollos picoteando granos de arroz se tratara. Esta manera de usar palillos está mal vista y resulta odiosa.

  6. La sexta insiste en no utilizar los palillos como si fueran cuchillos.

  7. La séptima y última, constituye el mayor tabú para los barqueros: nunca se puede colocar los palillos sobre el cuenco después finalizar de comer, pues tal acción implicaría la encalladura del mismo barco.

En la actualidad, los palillos chinos se han convertido en una rama de la cultura que simboliza la civilización antigua y milenaria, y asimismo concentra la larga historia del pueblo chino con una integración consolidada en la vida de cada persona a través de muchos temas culturales como acertijos, dísticos, poemas, costumbres, etc. El poema Yong zhu zhu escrito por el poeta Chen Lianggui de la Dinastía Ming (1368-1644) nos indica que “los palillos son los más afortunados, pues ellos son los primeros en probar cualquier sabor, ya sea dulce o amargo. Cuando se encuentran con algo delicioso, la gente se lo come sin pensar en la importancia de los palillos, dejando todo lo demás aparte”.

Gracias a la influencia de la cultura china, Japón, Corea del Norte, Corea del Sur, Vietnam y otros muchos países asiáticos tienen los palillos como cubierto habitual. Incluso muchos extranjeros que viajan a China consideran el dominio de palillos como uno de sus mayores intereses del viaje.

Instituto Confucio


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