Cabinas de karaoke en el nivel bajo de la Plaza Tianfu en Chengdu, capital de la provincia de Sichuan. Existen cuatro casetas a un costo de 80 yuanes ($11,6) la hora.
Un paseo por los centros comerciales de Beijing devela una serie de casetas de karaoke de solo 2 metros cuadrados, donde la gente puede satisfacer su gusto por el canto sin la molestia de la música a todo volumen.
La pequeña cabina posee un reproductor karaoke, una gran pantalla táctil, dos bancos, dos auriculares y un par de micrófonos. Equipada con todo lo que uno necesita en una sala KTV. Mediante el pago en línea a través de las aplicaciones de WeChat y Alipay, el cliente tiene acceso a las producciones disponibles e incluso puede compartirlas en las redes sociales.
El fundador de U-sing mini karaoke, Luo Anwu, sostuvo en una reciente entrevista con el canal de tecnología de 163.com, NetEase, que el servicio satisface la creciente necesidad de entretenimiento.
"U-sing mini karaoke ofrece a los clientes un lugar donde cantar mientras socializa con sus amigos y otros aficionados al canto en línea”.
Desde Beijing hasta Shenzhen, los karaokes han tomado centros comerciales, cines, restaurants e incluso puntos turísticos en un esfuerzo por recuperar la antigua gloria de los bares KTV, establecimientos que dominaron el mercado entre el 2000 y el 2010.
Luo reveló que U-sing recibió hace poco 60 millones de yuanes ($8,72 millones) de financiamiento, que su negocio ofrece actualmente el servicio en más de 100 ciudades y que espera contar con 30.000 casetas karaoke a nivel nacional para fines de este año.
Otros competidores como WOW mini KTV y Minik también han entrado en el juego mediante el establecimiento de miles de cabinas en lugares de mayor tránsito del país.
El director de producto de WOW mini KTV, Lei Yifeng, apuntó que estos espacios de canto son muy convenientes para los amantes del karaoke y suministran un lugar específico para el disfrute de un tiempo para uno mismo.
Su misión es "poner a disposición un lugar de esparcimiento mientras se espera por una película o por comida en un restaurante muy popular”, agregó.
"Creo que el mercado de minikaraokes en China crecerá a más de un millón de casetas de 3 a 5 años”, anotó Lei, puesto que la firma posee ya más de 3.000 unidades en casi 100 ciudades chinas y planea expandir la cifra a 100.000 para fines de 2017.
Cabinas de karaoke en el nivel bajo de la Plaza Tianfu en Chengdu, capital de la provincia de Sichuan. Existen cuatro casetas a un costo de 80 yuanes ($11,6) la hora.
Nan Jiang, un estudiante de doctorado de 27 años en la Universidad Beihang en Beijing es un adicto al karaoke que ya ha experimentado con este servicio. "Una caseta normal me cuesta más o menos 60 yuanes la hora. También puedo optar por solo 15 minutos antes de que empiece mi película. Es muy conveniente y me encanta la función de grabación”.
En el caso de U-sing, los usuarios pueden localizar una cabina y separar las 2 o 3 más cercanas a través de su cuenta oficial en WeChat. WOW House y Minik por el momento no ofrecen este adicional.
Dang Jianwei, docente de la escuela de negocios de la Universidad de Economía y Negocios Internacionales en Beijing, subrayó que la clave para un desarrollo sostenido es mejorar la experiencia del usuario de acuerdo con los tiempos.
"Realmente se enfoca a un nuevo segmento de amantes del karaoke, pero todavía necesitan profundizar para lograr un desarrollo a largo plazo. El tema pasa por la capacidad de ofrecer servicios específicos a un determinado mercado.
"La popularidad de un modo en particular, juegos o películas no es permanente. Las empresas deben innovar continuamente para satisfacer la necesidades reales de los clientes”, añadió el profesor. Ahora, el ramo debe centrarse en lidiar con el asunto de los derechos de autor.
Minik acusó recientemente a tres compañías, entre ellas U-sing, de plagio y les solicitó que se abstuvieran de producir y vender bienes envueltos en temas de derechos de autor. Asimismo, pidió una compensación de 160 millones de yuanes.
