Antes de mi primera llegada a China, hace aproximadamente tres años, consideraba el estar en cuclillas una posición un tanto incómoda, al igual que poco frecuente entre occidentales, para nada recurrida cuando estamos esperando el bus en calle o charlando con amigos en un parque.

Pero aún así, cuando rara vez mantenemos esta posición, la forma en que los occidentales solemos ponernos en cuclillas es con la punta del pie sobre el suelo y los talones levantados. Creí que no había otra manera posible de hacerlo.

Pero esta idea cambió al llegar a China. Me llamómucho la atención cuando aterricé por primera vez en Beijing, y cuando andaba recorriendo el hall del aeropuerto vi un par de jóvenes descansando mientras se ponían en cuclillas, ¡Con sus dos pies completamente pegados al suelo!Sosteniendo esa posición tan incómoda de una forma tan natural como el respirar.

Mientras seguía caminando aún en elaeropuerto pude ver aun par de chicas, que evidentemente eran locales, sentadasen esta posición mientras ojeaban unos libros. Fueentonces cuando me di cuenta, esta posición sorprendentemente debía ser una habilidad que los chinos dominaban a la perfección.

Poco tiempo después, mi curiosidad me llevó a tratar de aprender cómo mantener esta posición e incluso a pedir a algunos amigos chinos que me enseñen cómo hacerlo. Pero como esperaba, los resultados no eran muy satisfactorios, cayendo al suelo una y otra vez que lo intentaba.

Debido aque me impresionó bastanteesta capacidad, realicé algunas investigaciones con el fin de llegar a saber qué proporciona a los chinos esta capacidad que no tenemos en países del Oeste. De hecho, no pude encontrar resultados científicos, pero sí conocí a partir de un estudio realizado hace bastantes años, que el 100% de los asiáticos son capaces de ponerse en cuclillas con los pies en el suelo, pero sólo menos del 10% de los occidentales pueden lograr hacerlo.

El mencionado estudio también señala que a lo largo de la historia antigua,los seres humanos mantenían la costumbre de agacharse completamente manteniendo esta posición para labrar la tierra, relajarse, cocinar e incluso para usar el baño. La costumbre de mantener esta posición para estas distintas tareas se originó en la India, desde donde se dirigió a China, donde los asiáticos la consideraron la manera ideal de comer arroz y descansar sin necesidad de ningún otro objeto. ¡Realmente una gran ventaja!

Caminando por las calles de Beijing, aunque es muy común verlo, aún me sorprende ver a menudo a todo tipo de personas sentados en cuclillas.

No importa la edad, el sexo o las condiciones físicas, parece que cada uno de los chinos lo encuentra tan cómodo y conveniente que puede mantenerse en esta posición durante horas.

Yo realmente los envidio. Además de realmente conveniente,se puede utilizar mientras se espera el autobús o el metro, para comer algo de forma relajada o simplemente para cualquier momento en que uno se sienta cansado, sin la necesidad de usar una silla o banco.Simplemente sentarse sobre los talones, en cualquier lugar, en cualquier momento, todo ventajas.

He podido ver a personas mayores sentadas en cuclillas lavando la ropa durante más de hora y media, al igual que algunos niños tan pequeños que apenas pueden sentados en esta posición jugando en el suelo. Además de estos, también he presenciado a varios hombres de negocios de mediana edad, echándole una ojeada a sus documentos y apuntes en esta postura, o a jóvenes señoritas sentadas sobre sus altos zapatos de tacón mientras se maquillan en la acera de una de las calles de Pekín. Realmente sorprendente, realmente conveniente.

Pero esto no es todo en cuanto a esta habilidad. Aparte de ser muy práctico, también es conocido por ser muy beneficioso para la salud! Sabemos que el estar sentado en una silla durante prolongadas horas de tiempo puede ser devastador para nuestro cuerpo, sin embargo, se cree que el estar sentado de forma correcta en esta posición de cuclillas favorece muchas partes de nuestro cuerpo. Es saludable para nuestro sistema respiratorio y circulación sanguínea. Además, debido a que los músculos, huesos, tendones y otros tejidos están sujetándose sobre ellos mismo naturalmente, esto ayuda a fortalecerlos, manteniendo nuestro cuerpo más saludable y fuerte.

¿Quizá es ese el secreto que mantiene alos ancianos y personas mayors chinas tan activos y con tanta vitalidad bailando y moviéndose en los parques de todas las ciudades chinas?

En el caso de que sea así, seguiré practicando sin cesar para llegar a lograr algún día sentarme en cuclillas de forma tan natural como lo hacen las personas chinas.