Se dice que el Guqin es el instrumento musical más antiguo y venerado de China. Han pasado diez años desde que el Guqin pasó a formar parte de la lista del patrimonio cultural intangible del mundo. En estos días, ha dado inicio en Beijing el sexto concurso de Guqin para estudiantes universitarios. Vayamos directos al escenario para ver cuál es la propuesta de los músicos de 19 universidades de China.
En el escenario está Meng Lingchen, estudiante de la Universidad Normal de Beijing. Lleva once años aprendiendo a tocar el Guqin y ahora es la directora del club de este instrumento en su universidad. En la actualidad este club ya cuenta con 200 miembros. Reciben clases de Guqin siete veces por semana, dictadas por sus profesores y por otros compañeros.
El Guqin es una cítara de siete cuerdas. Según cuenta la leyenda el Guqin, el más venerado de todos los instrumentos musicales, tiene una historia de cerca de 5.000 años. Tradicionalmente ha tenido mucho interés entre los estudiosos y los literatos por su sutileza y finura. Como dijo el histórico filósofo chino Confucio, "un caballero no se separa de su qin si no es por una buena razón".
Tian Qing, director de Asociación China de Kunqu y Guqin expresa: "el Guqin encarna el espíritu y la moral de los estudiosos a través de nuestra historia. Es bueno para que los universitarios desarrollen sus habilidades para tocar así como para que se siga con la tradición."
Hace una década el Guqin entró en la lista mundial del patrimonio cultural oral e intangible de la UNESCO. Ahora, diez años más tarde, hay grupos para el estudio del Guqin en un total de 21 universidades de toda China, entre ellas, la Universidad Tsinghua y la Universidad Zhejiang.
Ma Shengde, del ministerio de Cultura de China dice: "dado que el Guqin se ha ido introduciendo de forma gradual en nuestra vida, es el momento de conocer más sobre la cultura del Guqin, y de cómo se podría integrar en esta sociedad que avanza tan rápido."
A medida que más y más gente joven se muestra interesada en el Guqin, la música antigua renace.
