El rojo es un color fuerte y sobresaliente, que ha sido utilizado en prácticamente, todas las culturas en pinturas y teñidos. En la cultura china, además, el rojo está en sí mismo lleno de significado, ya que simboliza la celebración, el éxito, la lealtad y la prosperidad.
Se dice que el tono particular del rojo que es más ampliamente utilizado se originó en los trabajos de los antiguos sobre el sol y los dioses del fuego. Casi sin excepción, el rojo aparece en diferentes tipos de festivales tradicionales chinos, y especialmente en el Festival de la Primavera. Fu, el carácter chino para el color rojo, es normalmente colocado en las puertas, mientras que las frases auspiciosas se colocan pintadas en color negro sobre papel del mismo color a ambos lados del marco de la misma. En las calles, los omnipresentes farolillos colgantes y petardos también son de este color.

Los “huevos rojos” son una forma popular de expresar felicidad de la gente de todo el país. Los huevos pintados de rojo como deseo de buen augurio se envían a los familiares y amigos para celebrar con ellos el feliz acontecimiento, que puede ser en una boda o un nacimiento. Esta tradición está ligada a las antiguas creencias sobre el origen de la vida, y están relacionados con los nacimientos y los linajes, a la vez que existía también la creencia de que podían ahuyentar a los malos espíritus.


Otra costumbre es poner un cinturón de tela rojo a los bebés el día en que estos cumplen exactamente un mes y después de tomar un baño. Esta era una forma tradicional de proteger al bebé, ya que el cinturón mantenía su estómago caliente. Las mujeres de algunas regiones del país, como Shaanxi, también lo llevaban a lo largo de toda su vida. Ahora, algunas mujeres los llevan, porque se han puesto de moda.
En la antigua China, una pequeña ceremonia se celebraba cuando un niño empezaba a aprender sus primeros caracteres. Uno de las cosas más importantes era pintar un punto rojo en medio de la frente del niño, lo que era conocido como “la apertura del ojo celeste”, y simbolizaba el deseo de que el niño tuviera perspectivas amplias sobre sus estudios. Durante el Festival del Bote del Dragón, además, las madres a menudo pintaban de rojo las palmas de las manos, el centro de la frente y las plantas de los pies de sus hijos, rezando para que se volvieran más inteligentes.
El zodiaco chino está dividido en un ciclo de 12 años, en el cual cada año está representado por un animal diferente. Por eso, cuando se repite el signo bajo el que uno ha nacido cada 12 años, se considera un hito importante en la vida de la persona. A los 12 años se entra en la etapa de la adolescencia, a los 24 se pasa a ser miembro de la sociedad, a los 36 uno alcanza la madurez, a los 48 es tiempo de conseguir reconocimiento y éxito, a los 60 uno se puede retirar y descansar y a los 72 es tiempo de cuidar de uno mismo y disfrutar de la vida. A pesar de que estos años clave simbolizan cambios importantes en la vida de una persona, también son por lo general considerados como años de mala suerte en el pensamiento tradicional. Por eso, los chinos suelen llevar cinturillas de tela roja durante estos años para protegerse de los malos espíritus. En el último día del año según el calendario lunar algunos incluso llevan ropa interior de este color.