Lanzar cometas a surcar el aire es uno de los deportes tradicionales más populares de China. Las cometas, llamadas ‘fengzheng’ en chino, se originaron en este país asiático e incluso son consideradas un antecedente de la aeronáutica moderna.
Su historia nos retrotrae más de dos mil años. Según la leyenda, las primeras cometas chinas estaban hechas de madera. Su fabricante fue el famoso arquitecto y carpintero Lu Ban, durante el Periodo de las Primaveras y Otoños (770-476 a.C.). Tras la invención del papel, comenzó a emplearse este material para su elaboración.
A partir de la Dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.), las cometas se empleaban para realizar mediciones y transmitir mensajes. Durante la Dinastía Tang (618-907), la gente fijaba en las cometas unas varillas de bambú que, cuando se hallaban en lo alto del cielo, vibraban y sonaban como una cítara. Desde entonces, el nombre de las cometas en chino mandarín es ‘fengzhen’o ‘cítara de viento’.
Volar cometas se convirtió en una actividad de ocio en la Dinastía Song (960-1278) y se extendieron hacia Europa con Marco Polo durante la Dinastía Yuan (1271-1368). Paulatinamente, las cometas devinieron una actividad estacional; la principal temporada para volar cometas coincide con el Año Nuevo Chino, entre enero y febrero, y en Qingming, entre marzo y abril, debido a los vientos favorables.
El proceso de fabricación de las cometas comprende cuatro etapas: la selección, la cobertura, el pintado y el vuelo.
Para el esqueleto o marco debe elegirse el tipo de bambú adecuado. Debe ser grueso y resistente para una cometa de grandes dimensiones, con el objetivo de que resista la presión del viento. Para las cometas en miniatura, sin embargo, son mejores las varillas finas de bambú para que tengan menos peso. Ambos brazos de la estructura en cruz deben ser de igual longitud.