El Dios de la Cocina es, en la mitología china, la divinidad al cargo de la alimentación. En chino tiene varios nombres, por ejemplo "Zaojun" (traducción literal: maestro del fogón), "Zaowang" (rey del fogón) o "Zaowangye" (príncipe del fogón). La opinión general considera que es una deidad masculina, pero en algunas leyendas también apareció en imágenes de un viejo o una dama bella.
Origen de su imagen de hombre

Imagen típica del Díos de la Cocina
Xu Shen, intelectual de la dinastía Han del Este (25-220) así describió al Dios de la Cocina en uno de sus libros, "El apellido del Dios de la Cocina es Zhang y el nombre, Dan. Es el nombre más popular entre el pueblo."
Una leyenda cuenta que había un hombre llamado Zhang Zhou. Estaba entregado a la vida derrochadora. Acabó con todos los bienes de la familia y se vió obligado a vender a su esposa a cambio de dinero. Finalmente terminó convertido en vagabundo. Un día mendigó por la calle y llegó a la puerta de una casa muy grande. La dueña de la casa fue justamente su ex-esposa. La mujer dejó entrar al hombre y le dio comida. En ese momento regresó el dueño de la casa y dijo a la mujer que le hirviera agua. Para evitar un malentendimiento con el dueño y proteger la reputación de su ex esposa, Zhang Zhou se lanzó en el fogón y murió. La mujer colocó en la cocina un altar. Cada mañana y madrugada hacía veneración al altar. Cuando el dueño le preguntó por qué hacía esto, contestó "nos sustentamos con la alimentación. Si no respetamos al Dios de la Cocina, nos castigará." Los vecinos imitaban a la mujer levantando altares en la cocina. De ahí la costumbre de venerar al Dios de la Cocina en el pueblo chino.
Dios supervisor

Un altar al Díos de la Cocina
Desde la dinastían Han (206 a.c.-220), el Dios de la Cocina fue una de las cinco divinidades familiares. Las otras cuatro son: Siming (Administrador de la vida), Xingshen (Dios de Comportamientos), Menshen (Dios de la puerta) y Hushen (Dios de registro civil). Los cinco dioses tenían al cargo supervisar el mundo humano y el control de la vida y la muerte.
Los chinos antiguos creían que el Dios de la Cocina regresaba a la Corte Celestial cada fin de año para informar al Emperador de Jade los comportamientos buenos y malos de las familias humanas. Por eso, cada año antes de la llegada del año nuevo chino, las familias hacían rituales y dedicaban ofrendas al Dios de la Cocina, para que el dios no hablara mal de ellas ante el Emperador de Jade y evitar castigos.
Ofrendas para el Díos de la Cocina, antes de la llegada del Año Nuevo tradicional
Generalmente se colocan el altar, los incensarios y el retrato del Dios de la Cocina cerca del fogón de la cocina para expresar reverencia cada día.