En la antigüedad, China tuvo diez espadas famosas. Referencias a estas espadas pueden encontrarse a menudo en libros y leyendas antiguas, como los Registros de Sima Qian (Shiji), la ‘Historia Perdida de Yue’ (Yuejueshi), las obras de Lie Zi o los Anales de Wu y Yue.
Entre las diez espadas, algunas existieron realmente en la historia, mientras que otras son producto de la leyenda y la imaginación popular. Sin embargo, la cultura de las espadas de China, representada en estas diez piezas, son consideradas como una muestra de integridad moral ejemplar.
La espada de la delicada elegancia: Cheng Ying (承影剑)

Se dice que Cheng Ying era una espada larga sin hoja. Extrañamente, la espada proyectaba una sombra sobre la pared al amanecer y al atardecer, en el momento de transición de la luz a la oscuridad. Se cree que se fabricó en la dinastía Shang (aprox. 1600-1100 a. C) y posteriormente fue propiedad de Kong Zhou, del Estado de Wei, durante el Periodo de las Primaveras y Otoños (770-476 a. C). El mítico filósofo taoísta Lie Zi (列子) hizo referencia a esta espada en sus obras.
La espada de la majestad: Chun Jun (纯钧剑)

Chun Jun es una espada de majestad, que fue propiedad de Gou Jian, gobernante del Estado de Yue durante el Periodo de las Primaveras y Otoños. Según la obra ‘Historia Perdida de Yue’, dicho gobernante invitó en una ocasión a Xue Zhu, un experto en espadas, para que estimara el valor de algunas piezas. De todas las preciosas espadas que poseía Gou Jian, Xue sólo destacó una: Chun Jun. Xue aconsejó al gobernante que no cambiara esta espada por nada, ni siquiera a cambio de mil buenos caballos, tres ciudades ricas y dos grandes ciudades, pues tal arma era una creación única del Cielo y la humanidad. Gou Jian siguió su consejo y la conservó. Hoy en día, puede verse en el Museo Provincial de Hubei, en la capital Wuhan.