La técnica del cloisonné de Beijing, también conocida como "esmaltado en cobre", se desarrolló durante la era de Jingtai de la dinastía Ming, de ahí el nombre de "Jing Tai Lan". La técnica se basa en el uso del cobre como adobe, con un fino alambre de cobre enrollado en plano y hecho a mano en varios diseños, que luego se pellizcan, se sueldan y se pegan en el adobe, y después se esmaltan, se cuecen, se pulen y se doran en una serie de procesos para obtener el producto final.

El arte del cloisonné es el producto de una combinación de técnicas de esmaltado exótico y de esmaltado metálico autóctono. Durante las dinastías Ming y Qing, tanto el Departamento de Cosas para Uso Imperial como el Taller Imperial tenían talleres de esmaltado en Beijing dedicados al servicio imperial, y el arte pasó de la madurez a la gloria. En la época moderna, el arte del cloisonné estaba en declive debido a la agitación social, pero después de 1949 se restauró y desarrolló rápidamente gracias a la política activa de protección y apoyo del Estado.

El cloisonné de Beijing es una técnica compleja con muchos procesos, que combina las técnicas del bronce y el esmalte, heredando las técnicas tradicionales de pintura y grabado en metal, y reflejando la tradición de aprendizaje y enseñanza entre las disciplinas artesanales chinas tradicionales. Los productos de cloisonné tienen formas elegantes, dibujos elaborados y ricos colores, y tienen las características del arte palaciego, dando la impresión de "redondez, solidez y esplendor dorado". Tienen un alto valor artístico. Se han exhibido en muchas exposiciones en el país y en el extranjero, ganando honores para la patria. A menudo se presentan como regalos nacionales a los invitados extranjeros.

Bajo el impacto de la economía de mercado y debido al mal funcionamiento de algunos profesionales, la calidad artística y el nivel de destreza del cloisonné de Beijing han disminuido. Han aparecido en el mercado un gran número de productos de calidad inferior, con efectos adversos. Al mismo tiempo, las auténticas fábricas de cloisonné están en bancarrota o en peligro de extinción, y sólo hay unos pocos maestros y herederos altamente cualificados en la elaboración del cloisonné, por lo que si no se rescatan y protegen, este excelente arte decaerá o incluso se perderá.

(Traducido por Kong Sitian)