Como dijimos son varias las teorías que existen sobre el origen de esta Fiesta Doble Nueve. En la dinastía de Qin, esta fue una especie de festival para celebrar la cosecha abundante. La gente aprovechaba ese día para guardar sus alimentos en el almacén, con el fin de satisfacer a dios.
Otros creen que el origen de la festividad proviene de la ceremonia de sacrificio al Antares B, que es la estrella más brillante del cielo nocturno de China, y que la gente tomó como el dios de fuego. Cada año en el septiembre del calendario lunar, esta estrella empieza a avanzar hacia el oeste, así que el pueblo tomó este movimiento como el aislamiento del "fuego de dios", previniendo la llegada del invierno.
Al respecto existe un relato que circula entre el pueblo: Cierta vez hubo un diablo que apareció frecuentemente y mató muchas personas. Entre ellas los padres del un joven llamado Huan Jing. Él logró escapar, aunque no pudo evitar enfermar a causa del contacto con el diablo; pero una vez que se curó, decidió vengarse y matar al diablo. Buscó por todas partes a los maestros, sin considerar las largas distancias y dificultades. Por fin, guiado por un grullo, encontró a un maestro celestial y empezó a estudiar duramente los poderes para someter al diablo. Un día, el maestro le dijo: "mañana es el día nueve de septiembre, así que el diablo va a aparecer y causar una catástrofe. Has aprendido suficientes poderes para someterlo, ya es tiempo de volver y ayudar al pueblo."
En el momento de despedirse, el maestro le dio a Huan Jing una bolsa de cornejo y una tetera de aguardiente de crisantemos, también le dio su grullo para acompañarle a su casa. Heng llegó a su pueblo natal en la madrugada del doble nueve, obedeciendo las palabras de su maestro. Reeunió a la gente del pueblo en una montaña cercana y les dio a cada uno una hoja de cornejo y una taza de aguardiente. Al mediodía, acompañando por unos sonidos horripilantes, el diablo apareció y buscó por todos los rincones del pueblo sin encontrar ninguna persona. Al día siguiente, llegó al pie de la montaña. De repente, sopló el viento con un olor aromático que era una mezcla de cornejo y crisantemos que hizo sufrir al diablo. Aprovechando ese momento, Huan Jing apareció y lo mató fácilmente con una espalda mágica. Desde entonces, la costumbre de ascender cada nueve de septiembre a un lugar elevado para evitar enfermedades fue transmitiéndose hasta llegar a nuestros días.