CGTN en Español, 2021-06-06 08:51 GMT

Zhang Jianju, ha seguido métodos de creación realistas. Sus pinturas están llenas de emociones y fuerza. Muestra al mundo el profundo cuidado.

"Un artista necesita un profesor profesional para enseñar. Cuando cogí el pincel para pintar mi primera línea, mi profesor me dijo que el arte muestra el carácter humano, y que debía aprender a ser un ser humano antes de aprender a pintar.", dijo Zhang.

Zhang Jianju, un artista nacido en la década de 1980, ama la pintura desde que era un niño. En sus obras siempre ha seguido métodos de creación realistas. Zhang es un gran pintor a quien no le gusta presumir de habilidades. Sus pinturas al óleo pueden parecer sencillas, pero esa simplicidad contiene emociones y fuerza. En su opinión, su obra esconde un profundo cuidado humanista.

"En mi opinión, lo primero que refleja el realismo es mi comprensión de la belleza de la naturaleza y de la naturaleza humana, y mi preocupación por ellas, así que de entre los temas realistas, esta categoría me resulta especialmente atractiva. De todos los lugares a los que voy, probablemente me atrae más esta apreciación del paisaje natural, de los personajes, de las diferentes etnias del país que me conmueven.", añadió.

Pintar es una forma de encontrarse a uno mismo. A los ojos de los demás, las obras de Zhang Jianju son muestras de sus observaciones y registros del mundo, pero él opina que son el resultado de intentar purificar su alma. Durante más de diez años, ha usado los pinceles para registrar lo que ocurre a su alrededor. Ha visitado lugares revolucionarios, áreas empobrecidas y la meseta nevada. A través de sus pinceladas ha retratado a niños, mujeres, ancianos, así como al personal médico y sanitario que luchó contra la COVID-19. Para Zhang Jianju, no se trata solo de una experiencia pasajera para llenar su corazón, sino que más bien es un impulso de coger el pincel una y otra vez.

"Durante aquellos días, muchos voluntarios fueron a Wuhan, como Fan Li, las enfermeras con la cabeza rapada, etc. Estas imágenes, una detrás de otra, fueron particularmente conmovedoras para mí, porque yo, como persona joven, como hombre, no tenía en ese momento la capacidad profesional para ayudar en Wuhan, epicentro de la epidemia, solo pude echar una mano a través de mi propio pincel, y tuve una idea. Grabé las imágenes de los trabajadores que me tocaron el alma profundamente, incluidas sus imágenes. Después de un poco de publicidad, decidí inspirar a todos, incluso a nuestros colegas", señaló.