Esta cafetería, aunque no muy grande, es un espacio para la relajación. Los gatos son monos, algunos son lindos y perezosos, otros son preciosos, traviesos e inquietos, y otros de carácter independiente. Los clientes pueden divertirse con ellos a través de varios juguetes y aunque algunos pueden ser fríos al principio, al familiarizarse con el cliente se vuelven más cariñosos y apegados.
En esta cafetería se sirven bebidas como té de rosa, té de frutas o café con leche de vainilla. Aunque no puedan compararse con el menú de bebidas de una cafetería profesional, siguen siendo decentes. También puede pedir patatas fritas y otros platos con arroz. No obstante, en esta cafetería jugar con los gatos es más importante que comer y beber.