Vivacidad y folklore en la ópera Dian de Yunnan

2018-08-20

La ópera Dian debe su origen a una serie de cánticos folklóricos y populares de Yunnan, una provincia poblada por diversos pueblos y minorías étnicas con expresiones escénicas muy variadas. Es imposible describir a la ópera Dian sin hacer mención de la vivacidad de sus intervenciones habladas, caracterizadas por su fluidez, cotidianidad y estilo folklórico, muy marcado por las singularidades del cancionero tradicional de la región.

Al hablar de la ópera en China, la mayoría piensa en primer lugar en las más famosas como la opera de Beijing (京剧) o la ópera Huangmei (黄梅戏), originaria de Anhui, pero son una minoría quienes conocen la ópera Dian (滇剧). A pesar de su escasa divulgación, dicha expresión musical, autóctona de la provincia de Yunnan, es un tipo de representación artística cuya historia se cuenta ya por décadas y que ha ejercido una muy importante influencia en la vida de los habitantes de este lugar. Su valor cultural es tal que, además de haberse ganado previamente el reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de Yunnan, en 2008 pasó también a formar parte de la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de China.La ópera Dian debe su origen a una serie de cánticos folklóricos y populares introducidos en Yunnan entre finales de la dinastía Ming (明, 1368-1644) y los años de reinado del emperador Qianlong, durante la dinastía Qing (清, 1644-1912). Ya en Yunnan, dichos cánticos asimilaron las características de las artes locales y otros aspectos fundamentales de la zona, como su dialecto, sus costumbres populares y su música tradicional, para dar forma a un nuevo tipo de ópera Han con un estilo y peculiaridades únicas. Sus tres más importantes melodías son las denominadas sixian, xiangyang y huqin que, al igual a los cánticos folklóricos antes mencionados, proceden de óperas tradicionales de otras provincias.

La ópera Dian puede dividirse en dos vertientes diferentes: la de Yiliang y la de Fengqing. En la primera, en el condado de Yiliang, perteneciente a la ciudad de Kunming, dicho estilo operístico germinó de forma muy temprana, pues las primeras compañías de ópera, que se dedicaban a representar diversos fragmentos de obras ya existentes, aparecieron durante el periodo que discurre a finales de la dinastía Qing y los primeros años tras la fundación de la República de China. En el año 1979, dichos grupos representaron las obras conocidas como El leopardo se convierten en príncipe, La saga Yang y Fan Lihua, entre otras. Estas obras suscitaron un enorme entusiasmo entre el público y ayudaron a promover la popularidad del género. También el segundo estilo, situado en el condado de Fengqing en la ciudad de Lincang, cuenta con una larga tradición histórica. De hecho, las primeras pruebas de su existencia registradas por los historiadores datan del trigésimo segundo año de reinado del emperador Guangxu (光绪), en la dinastía Qing, es decir, en el año 1906. A esta corriente perteneció la compañía de ópera Dian de Fengqing, uno de los grupos de actores más influyentes, con miembros suficientes para poder representar todo tipo de obras.

El arte interpretativo del estilo Dian ha heredado y asimilado las características más esenciales de otros tipos de ópera como la Hui, la Han o la Qinqiang. Yunnan es una provincia poblada por diversos pueblos y minorías étnicas, por lo que, desde siempre, se ha dicho de ella que es una especie de océano de artes escénicas variadas. La convivencia con dichas artes fue un aspecto primordial en el desarrollo de la ópera Dian pues, durante un largo periodo de tiempo, sus obras eran interpretadas en escenarios de pueblos y aldeas en los que la ópera se enriquecía con otras manifestaciones artísticas que le aportaban características locales muy acentuadas.

Sus más famosos intérpretes poseen habilidades propias de lo más especiales. Así ocurría con Li Shaobai que, al interpretar a Pan Hong en la obra El interrogatorio a Pan Hong, era capaz de representar el miedo, la ansiedad y otros sentimientos con tan solo mover levemente un sombrero que llevaba puesto; o Bu Jinshan, que en su papel de Jinzi (禁子), de la obra La horquilla de la ciruela china, se bastaba con emular el movimiento utilizado para cerrar la puerta de una celda para evocar en la mente de los espectadores el sonido del crujido de una cerradura y, con él, la compasión que sentía por los prisioneros y la aversión que le producían las autoridades. Se puede decir que las representaciones de la ópera Dian describen con gran eficiencia realistas retratos de sus personajes y ambientes muy cercanos a la vida cotidiana, como así nos lo muestran los personajes Niu Gao y Lu Wenliang, en la obra Niugao chezhi o los protagonistas de Kaohuo xiashan: Ni Jun y Yin Bilian, capaces de exhibir todo tipo de controversias y conflictos entre personajes y revelar sus sentimientos y reflexiones a través de movimientos ordinarios. Además de todo ello, es imposible describir a la ópera Dian sin hacer mención de la vivacidad de sus intervenciones habladas, caracterizadas por su fluidez, cotidianidad y estilo folklórico, muy marcado por las singularidades del cancionero tradicional de la región.

Si por algo destaca la ópera Dian es por su capacidad para armonizar las características estéticas del arte de Yunnan y por la fidelidad con la que reflejan sus obras la vida en esta provincia. La mayor parte de la población indígena de Yunnan pertenece a las etnias bai y yi, por lo que sus costumbres y tradiciones sobresalen de entre la diversidad étnica. Cada pueblo tiene un templo propio y en cada templo es imprescindible un escenario. El periodo que discurre entre finales de la Fiesta de la Primavera y el tercer mes del calendario lunar tradicional coincide con los momentos de menos carga de trabajo para los agricultores, por lo que son fechas muy propensas para la celebración de ferias en los templos. Durante estos eventos, cada uno de los pueblos de la zona se turna para representar obras teatrales, durante unas fechas que son de máximo esplendor para las distintas compañías especializadas en este género.

En tiempos más recientes, la conservación y la transmisión de la ópera Dian se han convertido en un problema sumamente complicado. En 1962, unos registros estadísticos incompletos demostraron que la cantidad total de sus guiones tradicionales se limitaba a unos 1.600. Entre los más reputados se encuentran obras como Niugao chezhi, Chuang Gong, Song Jing Niang, o Jie Qin Pei que, además, cuenta ya con una versión adaptada a la gran pantalla y, sobre todo, Zhao Jingniang y Zhao Kuangyin que logró causar una enorme sensación en Beijing durante su estreno en 1999. Desde sus orígenes, la ópera Dian ha mantenido siempre sus características populares porque, al fin y al cabo, se trata de una actividad cultural dirigida a los ciudadanos. Si bien es cierto que presenta un alto nivel técnico, pues sus obras son más difíciles de representar y requieren una mayor habilidad que, por ejemplo, las que conforman la ópera Huadeng, también nativa de Yunnan. Sin embargo, en la pugna por su supervivencia, el género ha perdido la elegancia y la opulencia que antaño lo caracterizaban y poco a poco ha ido llenándose de elementos populares, ya que el contenido de sus guiones se adapta, cada vez más, a los gustos del público. De la misma forma, sus técnicas interpretativas tradicionales, largas y monótonas, se han simplificado para gozar de una mejor aceptación en el mercado porque, en definitiva, es este el camino más efectivo para lograr la preservación y promover la transmisión de este peculiar estilo artístico.

Instituto Confucio


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