El mudán (peonía): símbolo de riqueza y prosperidad

2017-10-16

El mudán o peonía, es un arbusto que tiene su origen en la región oeste de China. Sus raíces destacan en la medicina tradicional china y destaca por los colores brillantes y el tamaño de sus flores. Su flor se ha convertido en símbolo de felicidad, suerte, fortuna y prosperidad.

El mudán (牡丹 mǔdān, peonía o paeonia suffruticosa en su denominación en latín), es un arbusto de hoja perenne de la familia floral, tiene su origen en las zonas montañosas de Qinlin (秦岭) o Dabashan (大巴山), ubicadas en la región oeste de China. Sus raíces, dānpí (丹皮), destacan en la medicina tradicional china por su valor farmacéutico. Desde la antigüedad, el mudán se ha caracterizado por tener múltiples especies, un amplio abanico de colores brillantes, el tamaño de sus flores y su magnificencia. Estas singularidades han hecho que el mudán sea conocido como “el rey floral”, “la flor de la fortuna” o “la flor de la beldad nacional”, y se haya convertido así en símbolo de felicidad, suerte, fortuna y prosperidad. La buena acogida que obtiene esta planta a lo largo y ancho de China, se podría comparar a la fama de la rosa en Europa.

A lo largo de la historia, la principal zona de cultivo del mudán se ha situado en la parte central de China, es decir, en el curso medio e inferior del río Amarillo con unos puntos estratégicos de mayor prestigio y tradición, como la ciudad de Luoyang (provincia de Henan), Heze (provincia de Shandong) o Pekín. Otra variedad floral, el sháoyào (芍药 peonía híbrida o Paeonia lactiflora), muestra un alto nivel de similitud con el mudán, tanto en la forma de la flor, como en las hojas. Antiguamente las dos especies se conocían única e indistintamente como sháoyào. Así sucedió hasta la dinastía Tang (唐, 618-907) cuando se empezó a diferenciar entre las dos variedades. De hecho, en muchos idiomas, las dos variedades comparten denominación. En realidad, el mudán es una planta leñosa, mientras que el sháoyào, es una planta herbácea. Además, otra diferencia entre ambos es el período de la floración, que el del mudán tiene lugar a principios de mayo y el del sháoyào se retrasa un poco más.

De acuerdo con los documentos históricos, el inicio del cultivo del mudán como planta decorativa se podría remontar al período de las dinastías Meridionales y Septentrionales (南北朝 220-589). Prueba de ello es el libro que Charles Darwin escribió en los años 70 del siglo XIX La variación de animales y plantas domesticados, en el que mencionó que la plantación del mudán empezó hace más de 1.400 años, durante dichas dinastías.

Alrededor del año 600, el emperador Suiyang (隋炀) ordenó el cultivo de plantas exóticas en el jardín Xi Yuan (西苑) en Luoyang. Entre las plantas que el emperador ordenó cultivar estaba la peonía que, de esta manera, se convirtió en el primer jardín real en la historia china dedicado a esta planta. En la dinastía Tang, debido a que el mudán era la flor más apreciada por la emperatriz Wu Zetian (武则天), su cultivo fue muy popular tanto en la capital oficial (Chang’an, la actual ciudad de Xi’an) como en la capital auxiliar (Luoyang). De hecho, versos como “únicamente flores extraordinarias como el mudán, pueden activar y conmover a la ciudad capital” o “los 20 días de la floración del mudán motivan y fascinan a todos los ciudadanos” constituyen un fiel reflejo del interés de los ciudadanos por contemplar su plena floración. Además, los documentos históricos revelan que en la dinastía Tang se recurría a técnicas como calentar los invernaderos con hornos con el fin de adelantar el periodo de floración del mudán. A lo largo del reinado del emperador Tang Xuanzong (唐玄宗), había un floricultor llamado Song Danfu, residente en la ciudad de Luoyang, quien descubrió el secreto para desarrollar nuevas especies mediante la técnica del injerto. Como consecuencia de este descubrimiento, Tang fue destinado al pabellón imperial en la Montaña Li, a las órdenes del emperador, con el objetivo de plantar miles de peonías de colores distintos. Un día el emperador visitó el jardín real acompañado de Yang Guifei (杨贵妃), su concubina favorita, y sus ministros, para contemplar las flores del mudán. Asimismo, el emperador mandó a Li Bai (李白), el poeta de mayor reputación de la época, escribir Qing Ping Diao (清平调), tres canciones cuyo tema se centraba en describir la belleza de esta flor. Más tarde, las canciones fueron interpretadas por el mejor cantante de China, Li Guinian (李龟年), acompañado por Líyuán (梨园 El Jardín de las Peras), –la academia nacional de música y danza de la dinastía Tang–. Una de las canciones que interpretaron “La combinación perfecta de flores y mujeres bellas hace que el emperador las mire sonriendo. El emperador y su concubina están apoyados en las barandillas del Pabellón Chenxiang y sus preocupaciones se desvanecen al lado del precioso paisaje”, reproduce esta agradable escena. Otro famoso verso escrito por Li Zhengfeng (李正封), poeta de la misma dinastía, dice así: “Después de beber, me extasié contemplando la belleza de las flores. Su aroma rico se ha quedado en mi ropa sin desvanecerse”. Gracias a este verso se conoce al mudán por la expresión “color nacional y fragancia celestial” (国色天香), que transmite la magnificencia y el olor que presenta el mudán como la flor más apreciada en China.

El cultivo del mudán en la ciudad de Luoyang alcanzó su apogeo durante la dinastía Song del Norte (北宋, 960-1127), cuando se fomentaron y consolidaron técnicas como el injerto, la conservación o la aceleración de la floración. Como consecuencia, se dispararon los precios de algunas especies de mudán. La variedad “yaohuang” (姚黄), caracterizada por su elegancia; la variedad “weizi” (魏紫) destacada por su color vivo y sus grandes pétalos; y la “Luoyang hong” (洛阳红), que se distingue por su color rojo alegre y brillante como el sol naciente. Estas especies, que se cultivaron hace más de 800 años, siguen teniendo buena acogida en la actualidad.

Durante la dinastía Song (宋 960-1279) se escribieron libros dedicados específicamente a esta planta, entre los cuales se encuentran Notas sobre el mudán en la ciudad de Luoyang de Ou Yangxiu (欧阳修); Notas sobre las plantas en la ciudad de Luoyang de Zhou Shihou (周师厚); La enciclopedia del mudán de Zhang Xun (张峋); o Notas sobre los jardines emblemáticos en la ciudad de Luoyang de Li Ge (李格). Estas obras han recopilado información sobre el origen del cultivo de mudán en Luoyang, las técnicas aplicadas, las preciosas variedades, las casas especializadas en la plantación, así como las ocasiones para contemplar estas flores delicadas. Durante las dinastías Ming (明1368-1644) y Qing (清1644-1911), el cultivo del mudán se extendió no solamente hasta Pekín (capital de ambas dinastías) o Heze (provincia de Shandong) sino también hasta Lanzhou (al noroeste de China) y a regiones ubicadas alrededor del Lago Tai (太湖), al sur del río Yangtze.

La peonía siempre ha sido símbolo de fortuna y riqueza en China. El escritor Zhou Dunyi (周敦颐), de la dinastía Song, expresó lo siguiente en su libro Discurso sobre mi preferencia al loto: “desde la dinastía Tang, el mudán ha sido la flor más valorada por sus connotaciones de gloria y prosperidad.” Asimismo, durante las dinastías Tang, Song, Ming y Qing, se sucedieron artistas de prestigio pertenecientes a escuelas tradicionales chinas que centraban sus pinturas en el mudán, entre los cuales destacan Wu Changshuo (吴昌硕), por su estilo puro y fresco; Yun Nantian (恽南田), por no arredrarse de los fuertes colores como el rojo y el verde; Qi Baishi (齐白石), cuyo estilo artístico aplicado en dibujos de mudán integra un toque realista y abstraccionista; y Zhang Daqian (张大千), quien recurre a colores vivos y alegres para reproducir esta flor exótica en el papel.

El mudán comenzó a extenderse fuera de China durante la dinastía Tang; de hecho, se introdujo en Japón alrededor del siglo VIII. Como consecuencia de la apertura de la Ruta de la Seda y los avances que se lograron en el ámbito de la navegación marítima, los viajeros o comerciantes occidentales pudieron adquirir productos artesanales chinos como cerámica o bordado en los que figuraban las flores autóctonas. Cuando los europeos vieron dibujos de plantas exóticas como la flor de ciruelo (梅花 méihuā), la magnolia (玉兰 yùlán), la peonía, la camelia (茶花 cháhuā), el crisantemo (菊花 júhuā) o el bambú (竹子 zhúzi), muchos creyeron que estas plantas eran parte de la idealización o imaginación romántica de los orientales. Dicha visión no cambió hasta el período entre los siglos XVII y XIX, cuando muchas plantas chinas llegaron a países occidentales como Inglaterra, Francia, EE.UU. y Holanda, un hecho que hizo que los europeos se diesen cuenta de que en este misterioso país se escondían grandes tesoros de animales y plantas por descubrir. A raíz de ello, Inglaterra, EE.UU. y Francia destinaron expediciones a fin de explorar estos valiosos recursos naturales de origen chino y llevárselos a sus propios países para su posterior cultivo o desarrollo de nuevas especies. En la actualidad, el mudán ya se ha conseguido trasplantar en países como Gran Bretaña, Francia, EE.UU., Alemania, Dinamarca, Holanda, Canadá y Rusia, y se ha convertido en una de las especies de mayor reputación en todo el mundo.

Instituto Confucio


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