Subir a la Gran Muralla, comer pato asado y pasear por el mercado del fantasma de Panjiayuan (en chino: 潘家园, Pānjiāyuán) son las tres cosas imprescindibles para cualquier turista en Beijing. Todos los días podemos encontrar muchos aficionados a las antigüedades en este mercado. Cuenta la leyenda que uno puede hacerse rico en una sola noche, pero al contrario, puede quebrar rápidamente.
Existe una historia "no oficial" sobre este lugar. Se dice que en el sexagésimo cumpleaños de la emperatriz Ci Xi, ésta ordenó a un eunuco de palacio que le comprara un abrigo de piel de zorro. Pero en aquel tiempo, China estaba en una situación difícil y la economía estaba tan atrasada que no era tarea sencilla. El eunuco no tuvo otro remedio que pedir ayuda a Buda y, sorprendentemente, recibió una instrucción que le decía: ve a Panjiayuan.
El eunuco llegó a Panjiayuan a altas horas de la noche y realmente logró comprar un abrigo de piel de zorro. Sin embargo, al terminar la transacción, el vendedor desapareció de repente. Lo más raro consistía en que el abrigo estaba tibio. Hasta ese momento, el eunuco se dio cuenta de que el vendedor era un espíritu-zorro, que le había salvado la vida con su propia piel.
¿Sabéis por qué lo llamamos ¨mercado del fantasma¨?
Unos dicen que los compradores vienen a Panjiayuan con linternas eléctricas, cuyas luces se parecen al fuego fatuo. Otros dicen que este lugar tiene una mezcla de todo tipo de personas como por ejemplo, nobles quebrados, vendedores perezosos, campesinos e incluso ladrones de tumbas. Estas personas viven como fantasmas por eso se le llama ¨mercado del fantasma¨.
Todas las leyendas arriba contadas le dan una sensación de misterio a Panjiayuan. Ahora este mercado se ha convertido en un destino turístico de Beijing.
¡Ya! Basta con las historias no oficiales. En realidad, antes de la liberación, este mercado fue una fábrica de ladrillos. Como el dueño se apellidaba Pan, la gente nombró a la fábrica Panjiayao. Pero en chino, el carácter "Yao" puede significar burdel, por eso la gente cambió el nombre a Panjiayuan.
Debido a los problemas de la fabricación de ladrillos, la tierra de esta zona estaba llena de baches y casi no había gente. Después de la liberación, el gobierno reconstruyó los caminos y poco a poco fueron surgiendo edificios. Con el aumento del interés de la gente por las antigüedades, desde los años noventa del siglo pasado, muchas personas se reunieron en esta zona vendiéndolas o cambiándolas. Así que gradualmente surgió un mercado.
Pero este mercado no era legítimo, por lo tanto, la gente siempre hacía negocios a las 4 ó 5 de la madrugada. Hay muchas reglas no escritas y si estás en el mercado, te sorprenderá el silencio. No vas a oír los gritos de vendedores sino murmullos. En la cultura china, la gente cree que los fantasmas salen a la calle a la medianoche, por eso los gritos pueden molestarlos y ahuyentar a los dioses de la riqueza.
El negocio de las antigüedades de este lugar cada día era más próspero. Al ver esta situación, el gobierno construyó este mercado juntando a todos los comerciantes de la zona. Pero os recomendamos que elijáis una madrugada de sábado o domingo para pasear por el mercado del fantasma de Panjiayuan.
